lunes, 10 de diciembre de 2007

El Consuelo del brillo, por Elena Oliveras


Si bien el crimen nunca es perfecto, “la perfección siempre es criminal”, afirmaba Baudrillard aclarando que en el crimen perfecto, el crimen es la propia perfección. Por otra parte, ¿cómo podría acomodarse la perfección en la obra de arte a un mundo imperfecto? ¿Será por eso que Gaba la pone en cuestión destacando en los personajes femeninos, en sus zapatos, en sus carteras, en sus lápices labiales que siempre hay algo impropio o anómalo?
Liberada de corsés estéticos, su producción artística se desarrolla en el límite leve del objeto artístico, el diseño de moda, la artesanía y la decoración. Neobarrocos y extravagantes, seducidos por el vértigo del exceso, sus objetos y esculturas multiplican el elemento de base -perlas acrílicas engarzadas en mallas metálicas- y, al mismo tiempo, exhiben el ‘error’ del detalle inconsecuente (el color que altera la uniformidad del conjunto) y de la forma que desfuncionaliza o desestructura. Sus incisivas insinuaciones muestran el talento creativo de una artista que se atreve a jugar en un abismo superficial, desafiándonos a ver en la frivolidad un medio para hablar del sin sentido del mundo administrado y, en primer lugar, de la glamorosa inutilidad del consumo. Por eso su obra no es pop. Si lo fuera, se trataría de un pop de segundo o tercer grado, esencialmente irónico, diferente del pop afirmativo de los ’60. Es que, como representante del arte del nuevo milenio, Gaba no puede sino hacer una parodia del consumo, un pseudo homenaje a lo banal.
Si, por un lado, lo que consumimos es inúti y falso (fake) y si, por otro, estamos condenados –como Sísifos antiheroicos– a perpetuar el mismo gesto consumista ¿qué nos queda sino aceptar un hedonismo intermitente, un fugaz consuelo del brillo? De este modo, el brillo encontraría redención como terreno de un deseo deshilvanado y como escudo de la intimidad afectada por el dolor de vacío. Es el vacío que Gaba encarna en la figura de la mujer. Con alegría crispada, ella ocupa, visiblemente, un lugar central. Más allá de la “bella apariencia” (la del 90-60-90), es el lugar de una falta, lo que busca completarse; es también símbolo de la sexualidad instintiva y de la erotomanía, del delirio de ser amado.
Como sugiere el título Punk in happiness, las transgresiones de Gaba operan sobre un trasfondo de positividad. Así su shock estético irradia vida, compromiso con la vida. Es exorcismo del dolor a través del trabajo como ritual paciente y silencioso. No hay ya melancolía o desconsuelo. Ya no parece importante poner en escena la belleza dolorida, como ocurría en la performance Beautiful in pain, de la que participaron celebrities vestidas a la manera de homeless. Hoy, los personajes pueden des-ensimismarse y contemplar el afuera: la belleza del paisaje natural, el triunfo de una belleza generada desde el baldío. Belleza imperfecta, quizás, pero en desarrollo, libre.

marlene on slide

Máximo jacoby, curador de la muestra

Imagen de ruta. Un largo y lineal camino, sorpresivamente un cartel: Retorno en U 100m luego, menos sorpresivos, otro, otro y otro… no hago caso a ninguno. El retorno significaría una detención, una perdida de tiempo o un error en el viaje; son señales que no escucho, posibilidades negadas. Retorno en U, es volver sobre el camino, ver nuevamente lo ya recorrido, el pasado.
El historiador Mircea Eliade, analiza el Mito del Eterno Retorno en la cosmovisión de las sociedades primitivas. Afirma que estas organizan sus actos reproduciendo el simbolismo de sus mitologías originarias. Así sus templos o sus rituales eran basados en arquetipos celestes o divinos. A diferencia de nuestra actual visión, estos retornos arcaicos no eran una simulación del original. Por el contrario, el tiempo y la realidad, solo se desarrollaban en ese momento mítico o espiritual, viviendo el mito y no copiando el modelo iniciático. El tiempo se convierte en un instante infinito.
El retorno de Gaba es la escritura de su propia mitología, la construcción de su realidad, no es la materialización de su ausencia en el medio de los últimos años. El Mito del Eterno Retorno en Gaba es la suspensión del tiempo profano, la eliminación de lo sucedido fuera del Arte.
Nueva señal de transito: Retorno en G

Punk in happiness es la posibilidad de ser feliz en un momento y lugar particular, el diseño de un modelo imaginario, que por momentos simula ser la realidad y por otros solo lo es.
Máximo Jacoby

viernes, 9 de noviembre de 2007

el exorcismo de De Clerambault




el exorcismo de Marlene, fué inspirada por un personaje de Ian Mac Ewan en "un amor perdurable " este personaje sufre un síndrome llamado en homenaje a un psiquiatra francés Gatian Gaetan Declerambault, que trabajaba para la policia francesa en 1820, el síndrome denominado respectivamente "erotomanía" se define como un sujeto que se dice perdidamente enamorado de otro sujeto, pero a quién convierte en objeto, pués no se relaciona con el otro, sólo lo iconifica, recreandolo en su imaginación, como su amante ideal.
estas relaciones ilusorias pasan por diferentes momentos, primero el enamorado encuentra señales de todo tipo de ser correspondido, entonces acosa a su "elegido" con actos de su amor.
Luego viene la etapa del rechazo, donde el enamorado se enoja y se violenta ante la no recepción.
para pasar a una tercera fase, dónde el enamorado mantiene una relación, con su objeto de deseo dentro de su universo de fantasía.
elegí exorcizar esta parte de mí a la manera de Alejandro Jodorowsky, hice una muñeca perlada que representara mi dolor, o mi ausencia en mí misma.
el dos de agosto del 2007, formalizamos el canje con Marta Minujín, exorcizando a marlene. El seguimiento fotografico lo hizo scott Hasashi. Dejamos a marlene en lo de marta junto a una guitarra y nos trajimos a Buda y a la Venus de Milo.
Sé que actualmente Marlene recibe a los invitados en la casa de Marta.
la foto de marlene fue tomada por Fernando Yamamura.